convirtió en mi mentor, me empujó como nadie habÃa hecho antes. Acabé teniendo la clase dos veces más. Dejé de hacer ejercicio después de la graduación de la escuela secundaria. En la universidad, tuve un donut con una gran bebida energética antes de que mis clases de la mañana y me pongo más peso. Llegué a un punto en el que poner un alto en mi educación para bajar de peso.
Yo querÃa volver flaco. Un mes más tarde, yo estaba ayudando a mi manada abuela, pesé, vi la punta de la escala 290 libras, y pensé que no podÃa estar en lo cierto. Pensé que era viejo o roto. Para el próximo mes, fui a un restaurante de comida rápida y se comió tres sándwiches de pollo y tres hamburguesas cada dos noches. El dolor de espalda baja, los malos espinillas, y la incapacidad para funcionar correctamente fueron la guinda. Empecé a trabajar en casa porque estaba demasiado avergonzado como para ir a un gimnasio. Sin trabajo y la escuela, que tenÃa un montón de tiempo para cambiar. Cumplir con una dieta que me podÃa permitir era difÃcil y trabajé con un equipo mÃnimo.
Dos meses después de hacer ejercicio cinco dÃas a la semana, me diagnosticaron con un latido del corazón y palpitaciones irregulares del corazón, pero no me detuvo de hacer ejercicio. Me lo tomé con calma para la próxima semana y regresé a la misma. En ocho meses, he perdido 130 libras y pesaba 170 libras. Me tomó un año para mantener una velocidad constante de 166 libras. Me vuelve a aplicar para la escuela y volvÃ, pero pronto se dio cuenta de que tenÃa una pasión por el fitness y raspó mi especialidad. Cambié mi interés, me encontré con nuevos entrenamientos, y se inscribió en un gimnasio, en julio de 2012. Fue difÃcil para los primeros tres meses y me puso en 22 libras de peso bueno y lo malo. Hubo piel floja en mi estómago que me impedÃa quitarme la camisa.
Miré en la división el fÃsico de los hombres y recorrió en busca de ayuda. En diciembre de 2012, empecé a levantar peso grave para entrenar para una competición en marzo de 2013. Nunca he perdido un entrenamiento y los resultados mostraron. Mi piel se tensó y me consegui el cuerpo que querÃa. Cuando empecé, no sabÃa absolutamente nada acerca de la nutrición o el ejercicio. Sólo sabÃa lo que eran los carbohidratos y las grasas. Me puse a investigar en lÃnea y leer libros para aprender qué hacer. Tres años más tarde, por fin entiendo el gimnasio. HabÃa dÃas en que sentà el deseo de rendirse o no querÃa levantarse, pero se mantuvo enfocado con disciplina y paciencia. Eso se convirtió en mi lema y todavÃa lo es. Con disciplina, paciencia y atención, puede hacer cualquier cosa.